Madam Gailard: Era una nodriza, cuidaba niños de cualquier edad o
condición para ganarse la vida. De Grenouille cuidó hasta los 8 años, esta
mujer no quería morir sola, y con el dinero que cobraba cuidando niños planeaba
un futuro confortable, lleno de lujos y comodidades; lo que tenía muy claro era
que no quería morir como su marido en un hospital, rodeada de enfermos…
Pero tras deshacerse de Grenouille perdió su fortuna y al poco tiempo murió en
el hospital rodeada de enfermos como su marido.
Grimal: Empresario con el que Grenouille trabajó como curtidor de cuero
hasta que conoció a Baldini.
Mauritius Frangipani: Italiano inventor que sacó a la luz como se
elabora un perfume: consiste en que las sustancias aromáticas son solubles en
alcohol y en convertir su aroma en un líquido volátil.
Giusseppe Baldini: Es un renombrado perfumista en París, se dedica a
imitar los perfumes de otros perfumistas. Tiene un ayudante llamado Chènier. Un
día Grenouille se cruza en su camino, y le ayuda en sus propósitos de imitar e
incluso crea perfumes nuevos, los cuales le otorgaron a Baldini el respeto del
gremio de perfumistas.
Cuando Grenouille decide marcharse del taller para aprender nuevas técnicas en
la extracción de perfumes, Baldini muere y su taller se derrumba.
Taillade-Espinase: Es un Marqués que anunció la teoría del Fluido
letal, afirmaba que por estar demasiado cerca de la superficie terrestre el
cuerpo se degeneraba; Cuando Grenouille llegó a Montpellier contó una historia
sobre unos vándalos, que lo encerraron en una cueva, y gracias al estado
lamentable en el que se encontraba, la teoría se comprobó.
El marqués lo alejó durante una semana del fluido letal, lo bañó lo vistió…
Finalmente Grenouille emprendió un viaje hacia Grasse y escapó de Montpellier y
del Marqués; no obstante al Marqués todo le fue bien y su teoría se aprobó.
Madame Arnulfi: Es viuda de Honoré Arnulfi, y después de la muerte de
éste se hace cargo de la perfumería, era algo tacaña, aunque buena empresaria,
regateaba hasta la miseria, sensata y dotada de un sano sentido comercial.
Tenía un ayudante, Druot, el cual es acusado de los asesinatos de las 25
muchachas y matado en la plaza.
Antoine Richis: Padre de Laure, poseía un gran espíritu luchador y un
gran miedo a perder a su hija.
Laure: Es la última pieza del perfume que Grenouille quería crear y la
necesitaba por cómo era, por su belleza, por su juventud, por su mirada
POEMA:
TU PERFUME
Recuerdo arrastrar los
ojos para encontrar tu mirada
y tu respuesta silente a la súplica en mis pupilas,
como un te amo entre líneas que pronunciabas callada
y que atravesó mi pecho como una flecha encendida...
Mi boca escaló a tu boca vistiendo tu piel entera
tejiéndola de suspiros hasta tu latir desnudo...
recuperabas tu canto cual ave en la primavera
y se escapaba tu aliento por el siguiente segundo...
Mi pecho sintió tu pecho y tu caudal mi locura
forjándose en tu angostura donde el amor hizo lecho,
donde el sentir fue profundo, donde la sed fue lujuria...
Irrepetible novela... inolvidables los hechos...
Recuerdo morir fundidos como un intenso destello
gastándonos el aliento, viajando hasta el infinito,
tú me estrechaste la espalda cual si lanzaras un grito...
y me dormí en el perfume regado de tus cabellos.
Análisis sobre el libro el perfume
Cuando uno lee el libro, parece que oliera todo lo que lee. Da la impresión
a veces de que no se lee con los ojos, sino con la nariz. Es constante el mal
olor del mundo, el odio y el mal olor de Dios. Dios aparece apestando como el
hombre, y puede concluirse que es por esta razón que se comprenden: el hombre
adora a Dios; Dios ama al hombre. Grenouille, cuando logró ser Dios, cuando
todos lo alabaron, no se sintió como Dios, porque él no los amaba: Grenouille
detestaba al humano, por como olía. Dios ama a los humanos, según la concepción
cristiana, y Grenouille los odiaba: no podía sentirse como Dios, porque no olía
a nada.
Tampoco se parecía a Dios cuando olía al mejor perfume del mundo, el que
extrajo de las 25 doncellas, porque Dios olía feo; Dios apestaba. Era una
contraposición: uno que apesta como el humano; se aman, el hombre y Dios,
mutuamente por su olor: entre ellos se entienden. Otro, Jean Baptiste
Grenouille, que odia al humano y a Dios porque apestan.
El personaje deja de ser feo, pobre, miserable e invisible, y pasa a ser
una divinidad gracias al perfume perfecto, su mayor anhelo por fin en sus
manos… la esencia de la belleza. Las mujeres que mató olían bien porque eran
bellas, él carecía de belleza y de olor. El resto del mundo apestaba.
El humano se fija en la belleza; para Grenouille la belleza era el olor,
pero el mismo objeto; es decir, una mujer bella llama la atención de Grenouille
y del hombre de hoy: ella es el mismo objeto, mirado desde los ojos del hombre
y olido por la nariz de Grenouille.
La muerte del personaje es un suicidio. No había otra salida: o dejar de
oler (no oler a nada) y vivir con tal carga, que no soportaría por mucho tiempo
como en la montaña cuando habitó por 7 años… o seguir oliendo a lo que él
quería, pero sintiéndose amado por gente que detestaba. Prefirió sentirse amado
por el humano por un momento, que consciente de ser alguien sin olor para
siempre. Ya había cumplido su misión: el perfume perfecto; ahora, en aquel cementerio,
cerca de donde nació, iba a morir por odio al humano y a sí mismo, murió amado
por unos minutos.
las flores de un tono violeta danzan en el aire
eligen abandonar su tallo
y caen en dunas de carne vegetal
es el desplome de unas sobre otras
casi se escucha el descenso
sí
se oye
si te quedas sentado
y miras la fiesta que es ese desprendimiento
el suave sonido de pétalos sobre pétalos
la caída del perfume
atiende a esos cuerpos
antes se miraban de un tallo a otro
y para unirse se desprenden
caen sin miedo
tienden líneas o breves piruetas
ayudados por el aire
el suelo respira bajo las faldas del cenizo
recibe agradecido sus fragancias
esta escena se multiplica en el paisaje
es verano
la mañana permanece en su blanda luz
y ésta última flor cae
mientras te hablo